Trabajos de reparación a flote del ferry Quiberón.
Por los armadores del Quiberón se decidió hacer la reparación con el barco a flote.
Un mamparo suplementario y una cajonada en el bulbo son suficientes para que el ferry reciba autorización para navegar tres meses.
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En la bocana del puerto de Santander ha estado a punto de producirse una tragedia al abordar el ferry Quiberón, que hace dos veces por semana la travesía entre este puerto y el británico de Plymouth, al barco-draga Fontibre de la Junta del Puerto santanderino, debido a la niebla que ayer tarde existía a la entrada del puerto y cuando el ferry salía hacia Plymouth, con quinientos veinte pasajeros y más de un centenar de vehículos a bordo, chocó con el Fontibre, produciéndose una grieta de un metro por babor en la proa y otra en estribor, que ocasionaron una vía de agua, lo que obligó al Quiberón a regresar a pueto.
Por su parte el Fontibre sufrió destrozos en el costado de estribor e, en la mitad de su eslora, que obligarán a repararlo en astilleros santanderinos.
Los entendidos no comprenden que en un barco dotado de radar y de otros medios modernos como el Quiberón, no se percatarán de la presencia del Fontibre.
La colisión fue violenta, pues el ferry navegaba a buena marcha.Afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales, salvo algunas contusiones en los tripulantes del Fontibre, que perdieron el equilibrio como consecuencia del abordaje.
La avería producida en el Quiberón obligó a suspender el viaje a Plymouth, por cuya razón algunos pasajeros tuvieron que partir en avión o bien por carretera a través de Francia, si bien la mayoría ha optado por esperar a la reparación de la avería, que se inició rápidamente, taponándose la vía de agua con pasta plástica submarina, y tras achicar el agua se realizó en su interior una reparación provisional que permitirá realizar el viaje hasta Plymouth.
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